doce tronos y una corona
Los TRONOS, que se disponen de forma rectangular en el centro de la plaza, presentan un sistema propio formado por elementos de respaldo verticales, u oblicuos, –en las dos esquinas de acceso– y elementos horizontales –el tablero de asiento–. Alineados con el paso del camino de Santiago por la Plaza Escuelas Trevijano, estos muebles se convierten en elementos inmuebles, en elementos fijos integrados en el diseño formal y constructivo del pabellón. Sobre ellos aparece la CORONA, un entablamento continuo de paneles inclinados, que contribuyen a iluminar el interior de CHORUS y a extender su presencia al resto de la ciudad.
El diseño, que aspira volumétricamente a convertirse en un icono cívico, invita a los visitantes a deambular, explorar y descubrir desde fuera, y a conversar, idear y compartir en su interior. Al acercarse desde las calles aledañas, las paredes de CHORUS parecen sólidas y geométricas; sin embargo, una vez dentro, se disfruta de un entorno amable y luminoso que propicia un ambiente de intimidad compartida.
Compuestas de madera, sus paredes revelan sutilmente el sistema de apoyos aligerados que da forma a los TRONOS y sostienen la CORONA. El uso de sistemas y materiales reutilizables, con facilidad y rapidez de montaje y desmontaje –como la madera, el film de poliéster metalizado y puntos de iluminación LED– proporcionan los medios para crear un recinto que conecta con la historia local y arquitectónica, a la vez que sirven de telón de fondo para el debate y el compromiso público.







